El sábado a la noche pasado (11/8/2018) comenzó el mes universal de ELUL (del año 5778, según cuenta habitual).
De acuerdo a la sagrada Tradición también dio inicio a un período de 40 días que están signados para el crecimiento, para el reencuentro, para el mejoramiento, para abandonar aquellas conductas y creencias que nos mantienen en celditas mentales y en hábitos de sufrimiento.
Para ayudarnos a dar esos pasos hacia la mejor versión que podemos ser, se suele recurrir a estos tres elementos:
- TESHUVÁ: andar por el camino de la LUZ; despojarnos de caretas que ocultan el verdadero rostro; arrepentirnos; acercarnos a vivir de acuerdo al código ético/espiritual que nos corresponde.
- TEFILÁ: rezar; hablar con el Padre Celestial; reflexionar; meditar; hacer las paces con el Creador; tomar conciencia de nuestra situación actual y de las metas que esperamos alcanzar; despertar del letargo del egoísmo negativo y pensar ecológicamente.
- TZEDAKÁ: ayudar materialmente al prójimo; actuar solidariamente y no solo tener buenas intenciones; dejar de dar excusas y comenzar a dar sin esperar ningún premio o reconocimiento.
Acabamos de ver una síntesis súper condensada y veloz de cada uno de estos instrumentos de transformación milagrosa de personas y sociedades.
Cuando las empleamos correctamente (y no solamente para complacer a nuestro EGO, o por el “que dirán”, o esperando algún beneficio mágico) y de manera persistente vamos armonizando nuestra vida interior, la vida de relación con el prójimo y la conciencia de conexión con el Creador.
Vale la pena adentrarnos en este camino de superación multidimensional, y aprovechar esta época especial de gracia celestial.
Ponte en campaña, ya que solamente hay magia de la verdadera por delante.
Excelente síntesis de lo que llamo la clave de las “tres T”. Adelante!! y que ‘en éste camino y proceso de transformación seamos una multitud los que nos encontremos cada día más.
muchas gracias por el comentario. que asi sea!